Un día en que mi marido y yo íbamos a una conferencia, justo enfrente del teatro donde se celebraba y al lado de un contenedor estaba este mueble.En el momento que le eche la vista encima, decidí que me lo llevaría a casa. paramos el coche y ni corta ni perezosa, cruce la calle para ver como estaba y arrastrarlo hasta el coche
.Mi pobre marido no sabía donde mirar de la vergüenza que estaba pasando, pero viendo que yo no podía con el dichoso mueble me ayudó. como pudimos lo metimos en el maletero y claro está tuvimos que volver a casa a dejarlo. cuando llegamos a la conferencia hacía un rato que había comenzado.
El mueble estaba bastante estropeado pero con un poco de trabajo y mucha paciencia quedó así de bonito y además, fué la causa de que a partir de entonces nunca más mi marido volviera a protesta por mi manía de recoger nada de la basura y se enogullecía de mis "trabajos".
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