sábado, 30 de junio de 2012

Taquillón tuneado

De como con un poco de pintura se puede convertir un mueble triste en otro alegre y luminoso.

Cada vez que alguno de mis hijos encuentran un mueble cerca de un contenedor, recibo una llamada para decirme ¿lo quieres?. La respuesta siempre es :Bueno, tráelo y ya veremos.,
Y claro ya está, lo vemos y  siempre se queda en casa. Cuanto peor está más me gusta. Hacer algo bonito con un mueble muy estropeado es un reto para mí.
En este caso el taquillón estaba bastante bien, no me gustaba el color, tenía los tiradores rotos y le faltaba el marmol, cosa que no me importó

Las fotos no son buenas pues estaba en el garaje detras de otros trastos y no podía hacerle otras .
Empecé el trabajo desmontando las puertas y los restos de los tiradores. A continuación lije todo el mueble a conciencia ya que el barniz era muy brilloso, quería dejarlo limpio y ver si el color de la madera me gustaba. Después de tenerlo limpio, decidí que lo pintaría, ya que aunque el  cuerpo del mueble es de madera, las puertas son de contrachapado y no me iban a quedar bien con el tinte.
Para pintarlo le dí varias manos de imprimación, y varias de pintura acrílica blanco roto, por dentro y por fuera.En las puesrtas le puse un decoupage con motivos japoneses.
Como no me terminaba de gustar, empapelé los cajones y el interior del mueble con fotocopias en blanco y negro.

Para protegerlo, le dí dos manos de barniz acrílico incoloro, le puse los tiradores. le hice el sobre con una madera de pino bastante gruesa a la que redondeé los cantos.,
Por último le dí una patina con cera grís.
Y este es su aspecto final
y otra más

lunes, 18 de junio de 2012

Otra mesilla tuneada

De como hacer que un trasto se convierta en un objeto agradable a la vista.

Ingredientes:
Un mueble desechado por viejo o feo, si se ha encontrado en la calle el aliciente y la satisfacción es mayor.
Unas lijas.
Un poco de pintura.
Otro poco de imaginación.
Unas horas de tiempo libre.
Un poquito de paciencia.
y por último, mucho amor.

Hace unos días mi hija y yo nos desplazamos a una ciudad vecina, teníamos que hacer algunas cosas y quedamos en encontrarnos con otra de mis hijas que nos traería de vuelta en su coche.

Fuimos en tren y en el camino hacia donde nos dirigíamos, al lado de un contenedor había un montón de tablas de algún mueble desguazado, y junto a las tablas ¡una mesilla!. hacía mucho tiempo que quería una de esas mesillas con patas. En casa de mis padres había varias, pero tonta de mí en aquellos tiempos no las apreciaba y las tiré.
Nada más verla exclamé:¡La quiero! y naturalmente cogí la mesilla debajo del brazo y seguí caminando.
menos mal que no pesaba nada y se podía llevar sin esfuerzo.

Esta es la mesita tal como estaba, para hacer la foto tuve que armarla de forma provisional
Ahora podéis imaginarla con un barniz tan brillante como el de un ataúd.
Cuando llegamos donde mi otra hija nos esperaba, ¡sorpresa!, otra mesilla del mismo estilo, aunque más grande y con crital.Como no podía ser de otra manera volví a decir: ¡la quiero!.
La cara de mis dos hijas era todo un poema, pero ya están acostumbradas, Laura más valiente cogió una de ellas, la de la foto y yo la otra, Cristina no sabia donde meterse de la vergüenza que le daba. Así cargadas dos con las mesillas y una con el bochorno fuimos a buscar el coche para dejarlas, no sabeis lo lejos que estaba el coche y lo que pesaba la dichosa mesilla con cristal incluido.
Al llegar e intentar ponerlas en el maletero empezaron los problemas, aquello no cabía y como no estaba dispuesta a dejar "mis tesoros, me armé de un destornillador y arranque las patas y molduras de ambas victimas
Comencé el trabajo con .la mesilla más pequeña.
Aquí está desarmada y comenzando a lijar.
Tenía pensado hacerla en blanco y dejar los cajones y el sobre en su color natural, por lo que me armé de paciencia y lijé,y lijé hasta que me dí cuenta que no tenía arreglo, es de contrachapado con un barniz horroroso y difícil de quitar
Mis nietas colaboraron conmigo para restaurarla.

Aitana en la fase de imprimación

Brianda "pintando"
Como no me gustaba como estaba quedando cambié de idea y le pinté el sobre de un gris muy claro y los cajones de otro más oscuro para después craquelar en blanco.En la parte superior le pinte una volutas con plata y gris oscuro.

Le puse unos tiradores recuperados de una cómoda antigua , estaban un poco oscuros pero después de un ratito en vinagre y una frotadita con un paño limpio quedaron preciosos y al mueble le sentaban como un guante
Aquí ya está terminada. Estoy muy contenta con el resultado, el problema ahora es, ¿donde la pongo?

jueves, 7 de junio de 2012

Una lámpara infantil tuneada

Espero un nuevo nieto para dentro de unos meses. Es un niño y estoy muy ilusionada .Para él estoy haciendo algunas cositas que espero le gusten.
Una de esas cosas ha sido una lámpara para su habitación.
La he hecho con una pantalla de papel de ikea como esta
unos cuantos retales de colores, una cesta de los chinos y marionetas de dedos compradas también en Ikea.
Con las telas he cosido los gajos que forman el globo, tomando como medida la circunferncia de la lampara .
En la cesta he cosido los animalitos y los he unido al globo con unas cuerdas fijadas con unas puntadas a la tela.

Queda bastante graciosa para un niño, además como es muy barata cuando se canse de ella sólo tiene que tirarla


Ya sólo falta ponerle una bombilla y colgarla.

Banqueta recuperada y restaurada

 De como hay que dar una nueva oportunidad a las cosas

Esta banqueta la encontró hace unos días mi hija. Cuando llegó  con este trasto estuve a punto de echarlas de casa a las dos. Luego pensé que como en ese momento no tenía ningun " trabajo " entre manos les daría una oportunidad.


Como se puede ver estaba para cogerla con pinzas y tirarla bién lejos porque daba asco hasta tocarla.
Soy un poco masoquista y cuanto peor están las cosas, más ganas tengo de arreglarlas. Así que manos a la obra .
 Lo primero quitarle el asiento, que no se podía recuperar, luego limpiar la madera , encolarla, quitarle unos clavos enormes que tenía por todas partes. Luego una buena lijada y a pintar.
Como no esperaba un resultado espectacular no me esforcé demasiado.
Le puse un asiento nuevo ( con una madera reciclada ) y luego a tapizar con una tela que tenía por casa.
Y aquí está, como nueva y muy cómoda como reposapies.


Nunca se debe juzgar por la primera impresión, los objetos como las personas tienen muchos valores escondidos